Este artículo parte del título mesiánico "Cordero de Dios" atribuido desde el Nuevo Testamento a Jesús, y, con la ayuda de la antropología de Rene Girard, asocia al "pueblo crucificado" según la reflexión de Ignacio Ellacuria, al título de "Cordero de Dios", comprendiendo así el axioma desarrollado por Jon Sobrino: "Fuera de los pobres no hay salvación. No se trata de un desplazamiento si no de una ampliación y profundización histórica en la soteriología cristiana.