Este artículo presenta la protección de la religión amazónica y sus pueblos nativos como un gran desarrollo para nuestro tiempo. El autor establece una fuerte conexión entre la crisis actual asociada con el cambio climático y la destrucción de ecosistemas en todo el mundo, en particular de la biodiversidad, con el problema histórico lastrado desde siglos de afirmar y defender los derechos humanos fundamentales de los pueblos nativos supervivientes del Amazonas.