Los diversos y variados pueblos originarios del Abya Yala han convivido desde milenios con el cosmos en interrelación cotidiana de mutua reciprocidad y aprendizaje. A partir de una profunda espiritualidad sentida, vivida y expresada en símbolos mítico-rituales en permanente transformación, como la Madre Tierra, han sabido superar situaciones difíciles luchando siempre por la Vida plena y autentica. Se trata de una sabiduría nomádica, comunitaria y resilente que la ecoteologia amerindia cristiana intenta recoger y compartir en categorías occidentales para enriquecer la pluralidad teológica.