El discurso teológico, que describe solo la forma analógica la realidad divina, recurre a los conocimientos de las ciencias particulares para escoger las analogías. Estos conocimientos tienen un impacto negativo (cuestionamiento del libre albedrío, crítica de proyecciones y antropomorfismos, engaño y autoengaño) y también positivo, pues pueden reformular antiguos conceptos teológicos...