Dios parece mantenerse en silencio cuando personas como Jesús o Job le embocan en medio del sufrimiento. A veces, quienes quieren hablar de Dios están obligados a guardar silencio por que no es accesible a los sentidos y a la razón conceptual. Los místicos a firman que Dios está más allá de todo cuanto podamos decir sobre él. Por tanto, ante Dios solo podemos guardar silencio...