A través de las trayectorias y situaciones de la vida de tres familias pobres de las periferias de Buenos Aires, esta presentación ahonda en tres aspectos. Primero, en dimensiones que definen la marginalidad socio-urbana. Segundo, en como la fe, que se alimenta y expresa en la religiosidad popular, es dadora de agencia y esperanza en los más pobres. Tercero, se aborda en el tipo de acompañamiento de la Iglesia a los más excluidos. Se destaca la relación del abordaje de la Teología del Pueblo, y las implicancias de la vida religiosa inserta en territorios de alta marginalidad.