Los musulmanes rohinyás son unos de los grupos étnicos minoritarios más perseguidos en Birmania. Al huir del país a causa de la pobreza, del conflicto y de la persecución, son tratados de forma inhumana en los países a los que llegan (o a los que nunca se les permite llegar). El crecimiento de los rohinyás en Birmania se remonta a muchos siglos atrás.