El presente artículo se centra en las minorías sexuales, es decir, en aquellas personas que, en su identidad u orientación sexual, no cumplen con la matriz binaria, heteronormativa, y que a menudo permanecen invisibles en el tratamiento de los derecho de las minorías. Quiero reflexionar sobre lo que significaría para la teología asumir las experiencias de aquellos a quienes se les considera "desviados" sexuales como elementos centrales del emprendimiento teológico.