La introducción hacha en el jubileo Extraordinario de la Misericordia a ser misericordioso como el Padre me desafió a reflexionar sobre la misericordia tanto como hombre y como acción. Dios es misericordia porque Dios ama misericordiosamente. Este artículo reflexiona sobre el significado de la misericordia desde la perspectiva de los refugiados como un nivel de levantar su voz y de permitirles estar en el centro de quienes buscan la misericordia más bien que mantenerles como sus destinarios. Dadas las privaciones y las tribulaciones que han sufrido, los refugiados son agentes privilegiados de misericordia y de reconciliación. Como otras personas que sufren, ellos son nuestros maestros y guías hacia la vocación de la misericordia modelada sobre la naturaleza y la acción de Dios.