Enseñar en la Universidad tiene una singularidad especial. La edad y el nivel del alumnado, la especialización en los conocimientos, el carácter terminal de los estudios y el propio escenario donde se imparten las enseñanzas son algunas de las razones que explican esa singularidad y diferencian la docencia universitaria de la docencia en el resto de los niveles educativos.