El sistema escolar ordinario excluye a casi un treinta por ciento de los jóvenes. En este artículo se pone en valor a estos perfiles de jóvenes, se contrasta y valida el retrato sociodemográfico clásico y su correlación con el abandono escolar. Además, existe otra mirada, que pone el foco en la subjetividad de cada joven y aporta otros elementos que le impiden acercarse al aprendizaje. Se recogen sus voces, que narran su itinerario académico y lo que les supone el paso por las escuelas de segunda oportunidad para cambiar la percepción de sí mismo y plantearse expectativas educativas, laborales y de vida.