Educar en la igualdad es vital para erradicar la violencia de género. La comunidad educativa necesita herramientas prácticas que ayuden a los adolescentes a gestionar sus emociones y cuestionen el orden simbólico masculino como modelo a seguir. Este artículo reflexiona sobre el origen de la violencia de género y propone algunas pistas para ir desmontando los estereotipos al tiempo que se encuentran formas de actuación preventiva y no solo paliativas.