Los treinta años de investigación sobre acoso entre escolares confirman la existencia de relaciones de abuso, generalmente dentro de un grupo, su prevalencia en cuanto a género y edad, y las conductas asociadas, incluidas las que se producen en los entornos TIC. Los estudios del clima escolar señalan las razones de la escasa implicación y actuación de los observadores. Y el avance del conocimiento sienta las bases de la intervención, que ha de reforzarse desde el interior de los centros y tener en cuenta los estudiantes.