Aprenden a argumentar para defender en público una determinada posición sobre un tema de discusión de índole científica pero también aprender a escuchar opiniones distintas, cuestionar las creencias previas y modificarlas si lo consideran necesario. El alumnado de Bachillerato de este instituto valora muy positivamente esta metodología, que además permite que afloren contenidos curriculares poco desarrollados en las clases convencionales.