La psicología de la salud ha logrado un desarrollo no solo en la atención básica de salud sino también en los ámbitos más especializados, como el cuarto nivel de complejidad; lo que evidencia la relevancia de los aspectos psicológicos en el manejo de las enfermedades catastróficas, a través de la intervención con la persona enferma, la familia, el equipo de salud y la institución hospitalaria como tal.