La educación para el desarrollo constituye un componente imprescindible en la construcción de una sociedad civil activa, solidaria y participativa. Se trata de un proceso a largo plazo, que se apoya en el consenso de todos los actores de cooperación sobre los valores a transmitir, y en los recursos humanos y económicos que lo harán posible. Objetivo: alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio y ayudar a entender que la exclusión de una sola persona o de un grupo restará oportunidades.