Más que un trastorno orgánico sólido y coherente, el TDAH es una especie de cajón de sastre en el que se expresan una gran diversidad de problemáticas y malestares que aquejan a la infancia de hoy. Las labores de prevención y tratamiento deberían incidir so-bre los contextos donde crecen niños y niñas, favoreciendo especialmente el contacto con la naturaleza, una educación y un estilo de vida más saludables.