Una vida profesional dedicada al fomento de la lectura (“no solo la textual”) y una vida personal regida por la condición de “curioso emotivo” le han llevado a establecer conexiones de toda índole entre lectura y vida. Dice de sí mismo que no sabe contarse sin leer: “Me sigue apasionando y lo sigo teniendo como necesidad vital absoluta”. Además de la lectura, en torno a la que establece un amplio discurso lleno de ramificaciones, aborda en esta entrevista la educación como palanca para el progreso personal y comunitario, y la civilización.