Pensar en el arte significa penetrar el mundo inconmensurable de la creación, el universo de sus infinitas posibilidades, los determinantes y las circunstancias que le rodean, con frecuencia invasivamente, sus fundamentos conceptuales y técnicos; el juego mágico de los sueños y de las fantasías; la presencia avasalladora de eso que llamamos realidad ... Acercarse a un artista exige un esfuerzo por entender las complejas relaciones que se establecen entre la vida y la obra de quien convierte su ser en un canto a la belleza, a la armonía, al color, en busca de la perfección formal. Aproximarnos al Maestro Negret es irrumpir al espacio alucinante de un creador de volúmenes majestuosos y, además, de un «señalador de caminos» para la escultura latinoamericana entre los grandes de la plástica universal.