La arquitectura territorial de nuestro sistema educativo en los niveles no universitarios es un complejo entramado en el que participan tres administraciones públicas: la estatal, la autonómica y la local. Las tres asumen responsabilidades en la educación, aunque sus competencias sean de distinto grado y significado. De su entendimiento dependerá la estabilidad y habilidad de ese "edificio común" que es el sistema educativo español.