El método Montessori busca que el niño sea cada vez más independiente, y para ello fomenta su libertad: de movimiento en el aula y de elección y uso de material con el que quiere trabajar en cada momento. La maestra guía les prepara un ambiente, distribuido en cuatro áreas, y les va presentando materiales para que el alumno, de forma autónoma, desarrolle y construya sus conocimientos. Todo ello en un grupo en el que se juntan niños y niñas de tres edades que aprenden en tres idiomas.