La Constitución proclama el derecho a la educación de todos y, al mismo tiempo, el de libertad de enseñanza o el de la creación de centros, junto al derecho de los padres a que sus hijos reciban la formación religiosa acorde a s a sus convicciones. El artículo 27 recogía así las lógicas de orden y libertad que enfrentaban a sus propios redactores. El autor reclama resolver ya el contenido de este derecho para erradicar del sistema público el adoctrinamiento en la enseñanza.