El autor analiza la resolución del Tribunal Supremo sobre Educación para la Ciudadanía a la luz de tres cuestiones pedagógicas: el derecho de los padres y el deber del estado en materia educativa; los valores comunes de la sociedad y también los controvertidos; y la neutralidad del docente ante los segundos. Todo ello conduce a una evidencia: educar para el ejercicio responsable de la libertad es complejo y nadie ha preparado al profesorado para hacerlo.