La petición expresa de un alumnado con síndrome de Asperger de asistir a las clases de Música con su grupo clase lleva a la maestra especialista a implementar una experiencia de musicoterapia. La propuesta se revela idónea para atender la diversidad y ayudar a niños y niñas con trastornos generalizados del desarrollo a exteriorizar sus emociones.