Pase a los significativos avances de los últimas cuatro décadas, aún persisten altos niveles de desigualdad educativa en América Latina. Para avanzar más rápida y profundamente, es preciso promover la adhesión a la justicia social y desarrollar estrategias en las áreas que han mostrado más éxito en la construcción de sociedades más justas o que requieren esfuerzos adicionales: educación inicial, renovación del saber pedagógico y planes docentes.