La enfermedad de Parkinson es una patología neurodegenerativa causada por la pérdida de células dopaminergicas en la sustancia negra mesencefálica. Esto produce una disfunción de los núcleos basales que se manifiesta con síntomas motores como temblor, rigidez y bradicinecia entre otros. Con la estimulación cerebral profunda (ECP) ha resurgido la cirugía como opción terapéutica y es el núcleo subtalámico el área diana predilecta. Los estudios muestran mejoras significativas en los déficits motores, pero no hay claridad sobre los cambios neuropsicológicos de los pacientes sometidos a ECP. Se hace una revisión de los diferentes estudios que han investigado los cambios cognitivos, emocionales y comportamentales concluyendo que la mayoría de habilidades cognitivas se mantienen o mejoran después de la ECP, pero pueden existir cambios emocionales y comportamentales adversos que están relacionadas con el núcleo cerebral donde se implanta el electrodo y con las características premorbidas de personalidad.